-¿Y por qué no habéis vuelto a casa en vez de hacer todo eso?
-¡Porque mis padres pensarían que...!...da igual...me he cansado de contestar a esa pregunta...
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-Está bien, lo siento, pero ahora, ¿qué vais a hacer?
-Pues...no sé...pensaba que tu me ayudarías.
-Ohh...confías en mí...-dijo él muy tierno.
-Pues claro que sí tonto, tu me pediste que lo hiciera.-dije sonrojándome.
-¡Ya basta tortolitos!-dijo Amanda viendo que nos salíamos de tema.
-Emm...podría venir Kenny a recogeros al aereopuerto, pero llegaría por la tarde.
-Pero no nos podemos quedar más aquí a no ser que trabajemos y...como que no hay ganas...
-Que vaga eres...-dijo riéndose.
-¡Ehh! Que la vaga aquí soy yo, eh. A mí nadie me quita ese título.-dijo Amanda. La verdad es que yo no conocía a nadie más vago que ella, ¡A NADIE! y eso que conozco a mucha gente...
-¡No te rías! Si fueses tu el que tendría que barrer y fregar medio hostal no te haría tanta gracia.-dije sin hacerle ningún caso a Amanda.
-No, la verdad es que no.-dijo soltando una risita.-¿Entonces? ¿Qué haréis hasta que Kenny llegue?-dijo volviendo al tema principal de la conversación.
-¡Meternos toda la comida posible en los bolsillos e irnos a dar una vuelta!-dijo Amanda gritando para que ésta vez Justin también la oyera.
-Buena idea, jaja.-dijo él.-Pero tendréis que ir al aereopuerto ¡SIN FALTA ESTA VEZ!
-Pues a ver como vamos hasta allí...
-Hmm...lo siento tengo que irme. ¡Te quiero, adiós!
-¡Espera!-dije para que no colgase.
-¿Qué pasa?-dijo con prisa.
-¿Qué hacemos al final?
-Intentad llegar al aereopuerto alrededor de las 7 pm.
-Vale...
-¡Adiós!-se despidió y colgó.
*Fin de la llamada*
-Adiós...-no me dio tiempo a decir.
Teníamos que encontrar una manera de llegar al aereopuerto, ya que no estábamos dispuestas a ir hasta allí andando de nuevo, eran unos cuantos kilómetros de carretera que no íbamos a volver a recorrer a pie. Se me ocurrió algo, no era lo mejor pero era lo único que teníamos. Bajamos al vestíbulo y nos encontramos con el mismo hombre que nos llevó hasta nuestra habitación la noche anterior.
-Perdona, queríamos preguntarle algo.-dije yo acercándome a él.
-Con vosotras quería yo hablar.-las dos nos miramos confundidas. ¿Habíamos hecho algo malo? Miré a Amanda como diciendo "¿Has roto algún plato?" o "Has tenido algo que ver, ¿verdad?" y ella me contestó con una mirada de inocencia.
-¿Qu-qué pasa?-tartamudeó mi hermana.
-El jefe me ha dicho que hicisteis un gran trabajo anoche y quería recompensaros con algo más. Sabe que no tenéis dinero y...-dijo sacándose 40 euros del bolsillo en dos billetes de 20.
-Hmm...¿gracias? No sabemos que decir, hicimos lo que pudimos, eso es todo...-dijo Amanda siendo "modesta".
-Tomad, aquí tenéis 20 euros para cada una. Os los habéis ganado.-dijo extendiéndo el dinero hacia nosotras.-Además, una noche en esa habitación no vale ni la mitad de lo que vosotras trabajásteis anoche.-dijo susurrándo.
-Gracias, de verdad, muchísimas gracias. Nos a hecho un gran favor.-dije mientras cogíamos los billetes.
Subimos a nuestra habitación. Ya no hacía falta trabajar de nuevo para conseguir dinero (ese era mi "maravilloso" plan), con ese que nos acababan de dar era suficiente y de sobra para pagar un taxi y que nos llevara al aereopuerto. Ahora ya sentía la emoción de estar con Justin de nuevo, mejor dicho, ya lo veía posible. ¡Tengo tantas ganas de volver a estar con él! Le echo de menos y solo hace un día que estábamos viendo una peli juntos en el cine.
Después de almorzar decidimos irnos, no queríamos que nos llamasen la atención. Nos pasamos el día llendo de acá para allá por la ciudad cada una con su maleta. La ciudad era mucho más bonita de día aunque todo estaba empapado porque la noche anterior había llovido, como pudimos comprobar... ¿Qué más daba perdernos si con llamar un taxi nos llevaría al mismo lugar?
Se hicieron las 6 pm y estábamos en un parque superbonito lleno de gente, ya que estábamos cansadas de andar con todo ese peso encima.
-Amanda ya son las 6. No quiero volver a perder el avión.
-Vale, llamemos un taxi para que nos recoja.
Después de cinco minutos apareció uno. Nos subimos junto con nuestro equipaje y le dijimos nuestro destino "el aereopuerto" qué al parecer estaba a un cuarto de hora de allí en coche, claro. Por el camino estuvimos hablando con el taxista, era un señor muy majo.
-¿Oye, una de vosotras dos no era la que salió en la tele el otro día?
-¿Qué? No...-dije yo un poco nerviosa. Mi corazón empezó a latir con fuerza.
-¿A no? ¿No eres tú la del anuncio de cereales?-en cuanto dijo eso mi corazón volvió a latir con normalidad.
-No, no soy yo.-dije incluso riéndome un poco al ver que no se refería a eso.
Cuando llegamos al aereopuerto estaba aterrizando un avión. ¡Justo a tiempo! Salimos del taxi y le pagamos al hombre por la ventanilla.
-¡Adiós muchachitas!
-¡Adiós!-dijimos las dos.
Fuimos hasta donde estaba el avión y vimos a Kenny salir. Me entraron unas ganas enormes de ir y darle un abrazo de lo contenta que estaba, pero creería que estaba loca o algo parecido. Nunca nos habíamos visto y él no me conocía. Nosotras sabíamos cómo era él porque ya le habíamos visto en varias ocasiones en la tele con Justin. En cuanto nos vio, vino hacia nosotras. ¿Cómo sabía que éramos nosotras a quién debían recoger?
-Buenos días. Dadme eso, ya lo llevo yo.-dijo quitándonos nuestras maletas de las manos.
-Hola. Oye, ¿cómo sabías que éramos nosotras?-dijo Amanda que parecía pensar lo mismo que yo.
-¿Qué más gemelas hay aquí y ahora?-dijo retóricamente.
-Cierto...-contestó Amanda. A veces olvidamos que somos idénticas, de allí esas preguntas tontas...
Nos subimos rápidamente a otro avión que salía justo entonces. Eran asientos de cuatro, dos a un lado mirándo a los otros dos. Amanda y yo nos sentamos juntas y Kenny en frente nuestra. Se me hacía raro estar con el guardaespaldas de "Justin Bieber", me sentía como si me estuviese protegiendo a mí de alguna manera. No dijimos nada más la primera hora. Amanda se durmió en mi hombro, Kenny tenía los ojos cerrados pero seguía sentado, no sabía si estaba durmiendo, y yo miraba por la ventanilla. Después de una hora más o menos, me empecé a dormir, ya había anochecido.
-Silvia...-dijo alguien suavemente y susurrándo-Silvia-volvió a decir la misma voz pero más rígidamente.-¡Silvia!-dijo esta vez gritando.
-¡¿Si?! ¡¿Qué?! ¿Nos vamos a estrellar?-dije despertándome bruscamente.
-No, pero me aburro y como no tengo sueño quiero hablar con alguien.-dijo Amanda.
-Pues claro que no tienes sueño después de echarte una cacho siesta babeando en mi hombro. Pero no me tienes que despertar a mí, jope... Habla sola si quieres.-dije volviendo a poner en la misma posición en la que estaba antes de que me despertara para seguir durmiendo.
-No, tu me haces compañía y punto.
Bueno, he mirado por encima el blog, y me parece muy interesante :)
ResponderEliminarMe gustaría que te pasaras por el mío, y le echaras un ojo a ver que te parece:
odiamerapidoyquieremelento.blogspot.com
Sigue así, un besito ♥
COMO MOLAA JAJA!! (LL
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