-¡Ay! ¡Amanda me haces daño! ¡No me tires tanto del pelo! ¡Me voy a quedar calva antes de casarme!-me quejo cuando mi hermana me está arreglando el pelo.
-Pues bien guapa que te estoy poniendo así que no te quejes.
-¡Ay que mi hija se casa!-dice mi madre aún sin creérselo de la emocion entrando por la puerta junto con mi tía.
-Mamá, creía que ya lo tenías asimilado.-digo riendo.
-No sabes lo feliz que estoy.-dice abrazándome.
-Lo sé. Yo también. Y nerviosa además. ¿Y si no puedo pronunciar el Sí Quiero por los nervios? Que verguenza...hay hasta famosos ahí dentro.
-Pero todos son amigos de Justin así que no te preocupes. Tu solo relájate y piensa en como respirar.
-Pienso en cómo respirar...-repito.-No creo que esto sea buena idea.-digo.-Si pienso en como respirar se me olvida como caminar y no llego al altar.
-No seas tan exagerada.-me dice Amanda.
-No lo soy, cuando tu te casesco n Ryan sentirás lo mismo que estoy sintiendo yo.
-Puede, pero te aseguro que yo si recordaré como andar y respirar.-ríe.-Vale, ya estás. Perfecta. A Justin se le caerá la baba al verte. Me encanta tu vestido.
-Gracias.-digo poniendome roja.
Por fin llega la hora ir llendo a la iglesia. Bajamos las escaleras de casa con cuidado de no caerme por culpa del ancho y largo vestido y ponemos rumbo al coche. Al salir de casa mi tia, mi hermana, mi madre y algunos familiares más y yo, me invaden los paparazzis haciendome preguntas del tipo: "¿Que sientes cuando vas a casarte con un estrella internacional como Justin Bieber?" "¿Crees que sus fans harán contigo lo que hicieron con la relación de Jelena?" "¿Estás contenta de haberle robado el corazón a Justin Bieber?" y cosas relacionadas con eso. Ninguna contestamos nada, bajaron la cabeza y andaron hasta el coche. A mi me resultaba más dificil por culpa del vestido y tuve que ir mirando bien por donde andaba para no caerme, por lo que caminaba de frente y sonreía.
Por fin llegamos a la iglesia. Ya no había nadie fuera, todos estában dentro, bueno, nadie referido a los invitados. Aquello estába aún más lleno de paparazzis que la puerta de mi antigua casa, es decir, la de mis padres.
Jeremy me esperaba cerca de la gran puerta. Cuando llegué hasta donde estaba él, tome su brazo y comenzó la canción que marcaba mi entrada, la marcha nupcial.
En todo momento, Justin y yo nos mirábamos fijamente a medida que avanzaba lentamente del brazo de Jeremy hasta el altar, donde él se encontraba.
Al llegar me paré frente a él. Le miraba a los ojos, recordando los primeros momentos de mi vida en los que nos conocimos. Aquellos golpes con las puertas. Aquella locura que me hizo encontrarme con él en su camerino aquella vez. Aquellos ojos en los que siempre me pierdo. Pensando en todo eso una lágrima de felicidad logró escapar. Mis profundos pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Justin.
-Sí, quiero.-dice sin apartar la vista de mí.
-Y tú, Silvia Elisabeth Gutiérez, ¿Quieres recibir a este hombre, Justin Drew Bieber Mallette, como esposo y prometes serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida, hasta que la muerte os separe?
-Sí, quiero.-digo tampoco sin dejar de mirarle.
-Entonces, yo os declaro, marido y mujer. Puede besar a la novia.-dijo finalizando el sacerdote con una sonrisa.
Justin abrazó mi cintura y me besó. La gente estalló en aplausos, risas y silbidos.
Salimos de la iglesia. Las mujeres presentes estaban impacientes por coger el ramo de la novia, así que me puse de espaldas y lancé con fuerza el ramo hacia atrás.
-¡Lo tengo lo tengo!-dijo Fani saltando de alegria.
-Vaya...-dice Amanda decepcionada. Esa escena me hizo gracia, reí y miré a Justin. Que me sonreía con una sonrisa ladeada. Seguimos caminando por el camino que llevaba hasta el coche que nos llevaría a una romántica luna de miel a las Bahamas.
Llegamos hasta él y me despedí de todos con la mano. Justin me abrió la puerta como un auténtico caballero y entré. Después el hizo lo mismo.
Lo primero que hizo fue besarme, después acarició mi vientre y le dio un pequeño beso también.
-¿Tu crees que sabrán ya lo del pequeño?-me pregunta.
-No, no lo creo. Ya se darán cuenta cuando se vaya notando.
-¿Entonces debo estar tranquilo?-me pregunta sin apartar la mano de él.
-Si.-y le vuelvo a besar.
-¿Sabes que te amo?-me pregunta agarrandome con fuerza.
-Sabes que yo más...-y nos fundimos en un profundo beso.
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AAAAAAHHH!!! Ya queda solo unoo!!! Juuuumm. Voy a llorar!!! No os digo mucho aqui porque en el siguiente y ultimo capitulo os pondre un testamento. :D Besos y espero que os haya gustado!! Por cierto, lo siento porque sea tan corto pero éste siendo de lo que es no podía alargarlo más. Lo sientoo!!
como no sigas me muero y como me muera te perseguiré el resto de tus días!! sube ya el siguiente i que sea más largo necesito leeer maaas aah!! un beso :) jjajja
ResponderEliminarNO! SOLO UNO! NONONONONONO. Me niego a que se acabe tan pronto. Mmm, bueno, no ha estado mal este capítulo, la verdad. Me esperaba más, pero bueno "it's something".
ResponderEliminar¡Besos!
me encantooooooooooooooo espero q escribas otra novelaaaaaa besos
ResponderEliminar..DIANA LO HAS CONSEGUIDO !! Me has conseguido matar definitivamente !! Dios como Justin en tu novela pede ser así?? Dios cada vez me gusta mas .... Me da pena que dejes esta nove pero bueno como....... Hay lo dejo! Jajaja jajajajajajaj EHH QUE HE COGIDO EL RAMO!! XD tequiero !
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